El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha tomado algunas posiciones abiertas y encubiertas últimamente que puede haber sorprendido a muchos, como el apoyo a Gaddafi en Libia, y reiniciar la insurrección en Honduras. Sin embargo, pensando un poco más adelante en este juego de ajedrez, su estrategia se hace evidente. Él simplemente está tratando de posicionarse para sofocar un levantamiento popular que se está gestando en Venezuela. Está usando un arsenal de herramientas para hacer esto, desde romper la cadena de revoluciones triunfantes en el mundo árabe, hasta socavar la paz y la seguridad en Honduras.
En diciembre del 2010 en Venezuela hubo fuertes demostraciones anti-gobierno, tanto en provincia como en la capital. Hugo Chávez desplegó las fuerzas de seguridad en contra de ellos ridiculizándolos como irrelevantes y totalmente incapaces de detener su proyecto socialista. Ni siquiera el hecho de que la mayoría de los votantes rechazaron sus políticas lo disuadió. Sus aliados en la nueva Asamblea Nacional que tomo posesión el 5 de enero lo único que demostraron fue contención hacia los que no estaban de acuerdo con ellos, faltándole el respeto a los principios de conducta que son comunes a todos los parlamentos democráticos. El 23 de enero Chávez dijo en un mitin del partido oficialista en las afueras del palacio presidencial que nada detendría la revolución socialista, mientras que los medios de comunicación descartaron como insignificante a la gran concentración al otro lado de la ciudad.
Sin embargo, el 25 de enero, comenzó el levantamiento en Egipto. Túnez pudo ser visto como un evento solitario, pero ahora probaba ser contagioso. La gente también hablaba sobre Libia. Chávez seguramente le avisó a su amigo, como él lo llama, Moammar Gaddafi, sobre cómo él había detenido exitosamente un levantamiento similar tiempo atrás, el 11 de abril, 2002. En Venezuela, esto se conoce como Plan Ávila. Consiste en disparar proyectiles verdaderos a una demostración pacífica. Hugo Chávez tenía al menos 57 personas armadas posicionadas en una emboscada, y en la tarde mataron 19 personas e hirieron 150. Había francotiradores que podían acertar disparos a la cabeza desde techos de edificios, y personal con pistolas disparando sin blanco fijo desde un puente sobre la calle. La propaganda de Chávez luego atribuyó que la masacre había sido orquestada por la oposición para obligarlo a renunciar. No está claro si él renunció voluntariamente o fue forzado a hacerlo, pero luego fue ayudado y fue entonces cuando declaró que había sido un golpe de estado –pasando por alto su propia culpa en la masacre. Mientras se llevaba a cabo la masacre, Chavez estaba “en vivo” por todos los canales de TV después de haberles ordenado transmitir su alocución (la famosa cadena). Sin embargo, varios de los canales dividieron sus pantallas, con Chavez declarando que todo estaba en calma en la mitad de la pantalla, y con imágenes en vivo del baño de sangre fuera del palacio presidencial en la otra mitad.
Uno pudiese sospechar que Chávez le avisó a su amigo en Libia que el Plan Ávila funciona, siempre y cuando se asegure de que no hay medios de comunicación presentes. Tal cual hizo Gaddafi, mientras él y sus esbirros le disparaban a una multitud desarmada con granadas explosivas anti-aéreas. Usando cañones antiaéreos que, según una fuente del gobierno de Chávez que fue citado anónimamente en internet, les fueron entregadas a Libia por Venezuela en el presente mes (Marzo, 2011).
Sin embargo, así como Chávez falló en el 2002, también lo hizo Gaddafi en el 2011. Los medios de comunicación social se convirtieron en su talón de Aquiles. Las imágenes se regaron por todo el mundo y el levantamiento de Libia se intensificó.
Mientras, el éxito de las revoluciones pacíficas en Túnez y especialmente en Egipto le han dado nueva esperanza a los disidentes de Venezuela y Cuba. El régimen de Castro está tan preocupado que salieron en TV acusando a USA de instigar un levantamiento via medios de comunicación social, algo que por supuesto solo contribuyó a que la gente de la Isla este más pendiente de esto. En Venezuela, la Operación Libertad comenzó como una huelga de hambre liderizada por los estudiantes para exigir la liberación de los presos políticos. Al principio muchos dudaban que ellos tuviesen éxito, pero después de varias semanas se las arreglaron para obtener atención del gobierno y ahora han conseguido concesiones significativas y varios liberados de muy alto perfil.
Aunque la semana pasada hubo una reacción violenta de retroceso. Un juez había ordenado la liberación de Carlos Chancellor, pero fue detenido en la puerta con la orden de otro juez, y los activistas y medios que esperaban afuera fueron golpeados y arrestados. Esto llevó a llamadas de ayuda via Twitter y Facebook. En el lapso de una hora los activistas fueron liberados y dentro de las siguientes 12 horas el prisionero fue liberado, esta vez de verdad. Obviamente el régimen está hilando muy cuidadosamente. El cambio, comparado al tiempo previo a la revolución tunicina es asombroso.
¿Significa esto que Chávez se ha vuelto demócrata? No. Desde hace dos semanas ha habido una nueva ola de protestas callejeras, vías obstruidas y actividades anárquicas generalizadas por la que se hace llamar resistencia en Honduras (el FNRP). Hay una razón muy fuerte para creer que Chávez los financia y que estas acciones son cometidas bajo sus órdenes. ¿Que gana él con esto?
Pienso que él necesita algo para distraer. Lo que más quiere es provocar la reacción del gobierno de Porfirio Lobo a la que sus medios de comunicación pueden voltear como violencia de la derecha en contra del pueblo (el ministro de información de Chávez también es el director de TeleSur). El necesita algunas “noticias” que refuercen el prejuicio de que América Latina está llena de militares golpistas y dictadores en potencia a quienes no les importa el pueblo. Si él se las puede arreglar para hacer rodar esa historia, podría entonces justificar la toma de medidas enérgicas en casa culpando a los disidentes de ser aliados de los “golpistas” en Honduras. Esta es la estrategia de su juego.
Fallaría, por supuesto, porque Chávez ha perdido su credibilidad. Lo mismo que TeleSur, después de darle soporte a Gaddafi. Además, Honduras entiende el mapa del juego. Ellos entienden que el enemigo real no es FNRP ni el sindicato de maestros, sino Hugo Chávez y Fidel Castro. Ellos saben que la mejor defensa es el ataque, y el mejor ataque es que salga LA VERDAD y colocarla en Internet y las redes sociales. Ellos están conscientes de los vastos recursos que Castro y Chávez gastan en personal pagado para editar sitios donde la gente colabora con los escritos, como Wikipedia, para promover su versión de la historia (ej., llamando a la masacre del 2002 “golpe de estado”). Todos los demócratas de América Latina están despertando gradualmente a la realidad que la amenaza Trotskyiana de Cuba debe ser enfrentada trabajando e interactuando en las redes de comunicación social, y colaborando mas allá de nuestras fronteras, tal cual lo hacen los comunistas. Está sucediendo mientras usted lee esto.