El 1 de septiembre la oposición en Venezuela, respaldado por la resistencia, ha llamado a tomar la capital Caracas. Dado que el país se ha convertido en una dictadura bajo un régimen genocida, no hay problema ninguna si el pueblo decida derrocar al gobierno en una revolución popular para establecer un gobierno nuevo. La Ley Internacional les otorga ese derecho, siempre y cuando cualquier uso de fuerza solo sea dirigido hacía el régimen y sus fuerzas de seguridad (regulares como irregulares). El llamado es a una marcha pacífica, lo cual indica una lucha no-violenta. Eso está bien, porque tiene más probabilidad de tener éxito.
La resistencia en Venezuela por años ha estado claro que es una dictadura y que la salida pasa por el uso de fuerza popular, o sea, un pueblo unido en la calle para presionar y exigir la salida del régimen. Mucho de esta acción indica que por ahí van, pero no todo. La oposición política en la MUD (mesa de unidad democrática) parece incapaz de mantener un mensaje creíble. Ellos llaman a esa marcha para supuestamente exigir un referendo revocatorio este año, lo cual es un derecho constitucional.
El problema con esta exigencia es que el régimen ya lo ha dejado absolutamente claro que no lo van a permitir, y todos los demás observadores han captado esta respuesta del régimen (la OEA, la UE, la ONU, la resistencia venezolana). Por alguna razón la MUD sigue clamando por un referendo revocatorio que todos saben no se va a dar, punto. Eso hace mucho daño a la credibilidad política de la MUD. Un elemento de la resistencia sospecha que la MUD en realidad está trabajando para el régimen. Los chavistas piensan que los de la MUD son mentirosos. La comunidad internacional se pregunta si la MUD sabe lo que está haciendo. El pueblo en general se encuentra entre mensajes cruzados y eso contribuye a la confusión dentro del país — y la confusión solo beneficia a la dictadura. Realmente no entiendo por qué la MUD mantiene esa linea y ese discurso que hace tanto daño.
¿Por qué la MUD no habla claro y dice que “esto es una dictadura y tenemos el derecho bajo la ley internacional y el deber constitucional de restablecer la vigencia de la constitución”? Si dirían eso, a lo mejor todos los “duros”, los determinados, les respaldarían de inmediato en vez de posiblemente mantenerse en casa dudando sus intenciones. Es hora de hablar claro.